Después de pasar día y medio en Mollet sin pena ni gloria, el descubrimiento de un gran parque. Dos noches de poker con todo lo que ello conlleva. Emprendimos el viaje medio de vuelta hacia El Delta del Ebre, un paraje, casi paraíso para bicicletas, agua, tierra, más agua y mucha mucha arena. Llegamos, camping, "calçota"(bonissima), y ruta en bici no podíamos perder tiempo y descubrimos casi todos la magia de los observatorios de aves, unas casetas de madera con vistas a las lagunas del Delta.
Por la mañana desayuno y ferry teníamos que cruzar el Ebro, después de unos ratos buscando Información y Turismo y otro rato buscando donde dejar el coche, subimos a las bicis.
Como no somos de seguir mapas, en algunos momentos nos toco dar media vuelta y en otros reubicarnos para saber donde estábamos, pero bueno todo con calma y de caseta en caseta, hemos descubierto una nueva afición, no esta mal parar a descansar y observar aves, también aprovechábamos para recuperar fuerzas, todo hay que decirlo.
Como resumen del viaje casi que podemos poner esta imagen, El Murciano comiendo, vino y bici, jaja. Bueno va no vamos a ser malos no solo ha sido él, los tres no hemos cerrado la boca en 4 días pero es que la foto teníamos que ponerla. Fue la despedida del Delta.
Bueno para acabar y como moraleja, podemos decir que con buena comida, buen vino y sobre todo buena compañía da igual La Garrotxa , El Delta o el Camping de FIB.
A cuidarse y hasta la próxima entrega.
